La revolucionaria tecnología Tri-Gate y los próximos procesadores Intel Ivy Bridge

A partir de abril, aproximadamente, Intel lanzará sus nuevos procesadores «Ivy Bridge», que como viene siendo habitual en cada nuevo lanzamiento, mejorarán el rendimiento por aquí y por allá, pero eso no es lo más importante. Lo verdaderamente destacable, es que por fin podremos disponer de la tecnología «Tri-Gate», algo en lo que Intel lleva trabajando más de una década, desde 2002, y que hoy os voy a intentar explicar de forma clara y sencilla.

La imagen de arriba es muy ilustrativa. A la izquierda tendríamos un transistor (un procesador está formado por millones de ellos) tradicional. Imaginaos que los puntos amarillos son un desfile de unos y ceros, mientras que las partes doradas son puertas por los que pasa toda la información. Sin embargo, en la derecha, como podéis ver la fila ha adquirido volumen, y ahora circula más información ocupando menos superficie. Pues exactamente en eso consiste esta tecnología. ¿Queréis conocerla más en detalle y de forma más visual? ¿Os quedan dudas? Echadle un vistazo al vídeo.

Bien, prosigamos con la teoría. El aumento de ancho de banda a la hora de procesar datos es evidente, ¿verdad? Entonces, ¿qué más aporta? Sencillo, menor consumo y menor generación de calor. Esto va a suponer claras ventajas, no tanto por el consumo (que está bastante estabilizado en los procesadores actuales) sino en la temperatura generada. El calor es uno de los grandes problemas de la informática, y habrá que esperar para ver el impacto final, pero todo parece indicar que esta generación trabajará a menor temperatura que la anterior, aumentando directamente el rendimiento y la vida útil de los componentes. Según los datos oficiales, sólo esta tecnología proporcionará un 37% más de rendimiento y un 50% menos de consumo.

Los fans del overclocking también están de enhorabuena, ya que todo ello conlleva una mayor facilidad para subir la velocidad del procesador cuando andemos más necesitados, aunque cada vez es menos habitual dada la poca variación de rendimiento con algunos megahercios de más.

¿Estáis expectantes? No me extraña, yo también. Pues tranquilos, porque cuando salgan a la venta los nuevos procesadores, casi todos los fabricados en 22nm (no me atrevo a afirmarlo en su totalidad) lo llevarán incorporado, es decir, todas las gamas de procesadores se verán beneficiadas de esta tecnología. En otras palabras, Intel llevará esta mejora a ordenadores de sobremesa, servidores, portátiles y dispositivos de bolsillo como smartphones. Tri-Gate para todos.

Centrándonos más en Ivy Bridge, nos encontramos con algunos aspectos interesantes como soporte completo a USB 3.0 o a PCI Express 3.0, además de tener varias mejoras en los modelos con gráfica integrada (Y tecnología DirectX 11) y permitir el funcionamiento de DDR3 a menor voltaje. Pero lo más interesante quizás sea la reproducción de vídeo a resoluciones de 4K (4096 x 3112), que una vez más será muy interesante verlo aplicado a equipos portátiles o smartphones, donde podría suponer un avance importante y una seria competencia a los famosos AX de Apple o los SnapDragon, que ahora mismo ocupan casi la totalidad del mercado, aunque habrá que permanecer atentos a ver si realmente Intel apuesta por esa vía o se mantiene en sus mercados tradicionales.

Probablemente os estéis temiendo lo peor, el precio. Pues para nada, sorprendentemente, y según todas las informaciones hasta la fecha, Intel mantendrá el mismo precio que en la generación actual en cada producto equivalente, es decir, unos precios muy competitivos a pesar del esfuerzo en I+D que llevan los Ivy Bridge detrás. ¿Qué no os lo termináis de creer? Pues atentos a la siguiente imagen comparando con los i5 e i7.

Sólo queda esperar para ver si se cumplen las expectativas generadas y la tecnología Tri-Gate se implementa como un estándar. No podemos olvidar que esta forma de trabajar, denominada por muchos expertos «3D» (debido al apilamiento de unos encima de otros en lugar del plano tradicional) se está estudiando también en chipsets y memorias RAM, por lo que pronto podría ser algo normal en gran parte de los componentes de un ordenador. Sólo el tiempo lo dirá.