Discos duros SSD para juegos, ¿realmente merecen la pena?

ssd

Hace ya algunos años que los SSD están entre nosotros, el futuro de almacenamiento según dicen numerosos expertos. La pregunta es, ¿son realmente interesantes para el usuario final en estos momentos? Vamos a descubrirlo.

¿Qué es un disco duro de estado sólido o SSD? Se trata de una unidad de almacenamiento de datos que utiliza una memoria no volátil para almacenar la información, en lugar de platos magnéticos como los discos duros tradicionales. Esta nueva tecnología es menos sensible a los golpes (al no utilizar un cabezal ni ninguna pieza suelta), tienen menor tiempo de acceso, menor latencia y mayor velocidad de transferencia.

Los SSD han presentado algunos problemas importantes en sus inicios, como las numerosas pérdidas de datos debido a un firmware incorrecto o la notable pérdida de rendimiento con el paso del tiempo debido a la falta del comando TRIM integrado en sistemas operativos con solera como Windows XP.

Una vez se han solucionado la mayor parte de esos problemas, los SSD están actualmente desplegándose de forma masiva en numerosos ordenadores y dispositivos de todo el mundo.

El principal inconveniente para su despliegue total es el precio y el tamaño máximo de las unidades. Es complicado encontrar unidades de más de 256GB, con un precio que ronda los 200€. Sin embargo, por esos mismos 200€, puedo adquirir dos discos duros tradicionales de 3TB cada uno. Mientras que en un SSD cada giga me cuesta 0,78€, en el disco duro tradicional el giga me sale a 0,03€. O lo que es lo mismo, 26 veces más caro el SSD respecto al HDD.

Bien, una vez puesta toda la carne sobre el asador, veamos el rendimiento real de los mismos. En Internet podéis encontrar miles de comparativas, así que vamos a ir un poco al grano.

Lo primero, la carga del sistema operativo.  Podéis encontrar numerosos vídeos en Youtube como este, donde el HDD tarda 42 segundos en cargar, mientras que el SSD lo hace en 22, un poco más de la mitad. Desde luego, es notable.

Veamos ahora el lanzamiento de un juego o  la carga de un nivel concreto.

carga_juego_ssd

Como podéis ver, la mejora es sustancial (hasta menos de la mitad en un SSD). Veamos ahora que pasa con el rendimiento real del juego, es decir, la tasa de frames.

gameplay_ssd

¿Sorprendidos? El resultado es el esperado, con la velocidad de transferencia actual de un disco duro tradicional, los juegos funcionan perfectamente y no llegan, ni de lejos, a saturar dicho disco duro. El resultado, como podéis ver, es que la tasa de frames con un SSD o con un HDD, es idéntica. 63.5 vs 63.4, 91.8 vs 92.0. Idéntica.

Es innecesario alargar más este texto o seguir haciendo comparativas, ya que el resultado es bastante evidente. Salta a la vista que los SSD son mucho más rápidos que los tradicionales, y buena prueba de ello darán, por ejemplo, los profesionales de la edición de vídeo que ven como sus tiempos de renderizado se reducen notablemente con el uso de los SSD’s, pero no deja de ser un reducto aislado con unas necesidades muy determinadas.

¿Merece la pena un SSD para la mayoría de usuarios? Sinceramente, bajo mi punto de vista, no.  Mientras los SSD tengan un precio tan elevado y su capacidad sea tan escasa frente a los modelos tradicionales, resulta un inequívoco desperdicio de dinero invertir en ellos para simplente ahorrar unos pequeños segundos de carga. Unos segundos de diferencia nada más. Como hemos podido ver, el rendimiento dentro de un juego es idéntico.

Probablemente, todos los segundos que se ahorran en los tiempos de carga, se pierdan instalando y desinstalando juegos del SSD, ya que dada su escasa capacidad será una tarea bastante habitual.

Y vosotros, ¿qué opináis?

Fuentes

Este texto coge las tablas comparativas de Anandtech y Tom’s Hardware.