La aventura de emprender. Capítulo IV: La financiación y las líneas ICO

Money coins fall out of the golden tap

Nota: Podéis encontrar el tercer capítulo aquí.

En el capítulo de hoy os voy a hablar de las posibilidades de financiación que tiene una sociedad en España. En Internet podéis encontrar información bastante ampliada al respecto, mientras que yo os voy a ofrecer un punto de vista más personal y avisaros de un pequeño gran timo.

Business angels

Si tenéis entre manos un negocio que genera muchísimo dinero (y necesitáis más) o una idea que realmente puede ser rompedora, lo normal es acudir a fondos de inversión, que tras analizar vuestros proyectos decidirán su inversión posterior en ellos. Dichos fondos pueden invertir con el único objetivo de obtener un beneficio o pueden invertir al mismo tiempo que funcionan de asesores empresariales en vuestro proyecto. Aunque esta segunda opción pueda sonar algo peligrosa, normalmente suele salir bien, porque ellos al final quieren la máxima rentabilidad y van a apostar por lo que su experiencia les aconseja. Dichos métodos hacen perder independencia, pero normalmente el inversor no solo piensa en la idea, sino que también vosotros mismos debéis convencerle, por lo que confiará en vuestros criterios. Como os he aconsejado antes, podéis encontrar más información al respecto en la red.

Proyectos de emprendedores

Cada año hay decenas de concursos, tanto públicos como privados, que ofrecen financiación a pequeños proyectos. Además, normalmente, suelen incorporar un periodo en alguna incubadora donde prestan asesoría en múltiples temas. Nuevamente, necesitáis que vuestra idea sea realmente innovadora. Uno de los más conocidos es Wayra, financiado por Telefónica.

Lineas ICO

Las líneas ICO resultan la mejor posibilidad de financiación que tiene una empresa en España, pues no necesitan de una idea rompedora ni de un enorme poder de convicción, basta con presentar un proyecto viable y resultar convincentes ante vuestra entidad bancaria, que se encargan de asignar estas líneas en nombre del estado. Las condiciones actuales son complicadas, y no es nada fácil conseguir una inyección de capital, pero hay posibilidades.

Y aquí es donde debemos hablar del peligro, de las estafas que algunas empresas realizan con las líneas ICO. Por desgracia no puedo nombrarlas, pues rastrean Internet buscando su nombre e interponen denuncias contra todo aquel que diga algo negativo sobre ellas, pero si alguna sociedad os ofrece una línea ico (y sucede lo que os voy a contar a continuación), os invito a buscar su nombre en Google y leer algunos comentarios.

Normalmente se ponen en contacto mediante correo electrónico o teléfono, presentándose como una entidad que concede muchos préstamos y ofreciéndose a un breve estudio sin compromiso con algunos datos. He probado personalmente a crear un dominio, inventándome por completo la empresa, la actividad y los datos, y el resultado de dicho estudio fue positivo, así que queda todo dicho.

Una vez se ha completado el primer paso, os piden un informe de estar al día con los pagos a la seguridad social y hacienda, algo que en los primeros meses de la sociedad será lo más normal, además de algunos datos sobre la actividad de la empresa y los resultados de los primeros meses. Si se está al corriente de pagos, el resultado es siempre positivo.

El siguiente paso es donde llega la estafa. Informan de que necesitan hacer un informe avalado para entregar a una entidad bancaria, cuyo coste es de 1200€ aproximadamente para créditos de hasta 20.000€. Os garantizan que esto solo se paga una vez el informe de viabilidad ha dado positivo, pero se olvidan de comentar que dicho informe es el suyo, y no el de las entidades bancarias. De dicha forma, cobran 1200€ por algo que ellos tardan unas horas en hacer, para posteriormente enviárselo al banco. Sí, el mismo informe que vosotros mismos  podríais realizar con trabajo y esfuerzo, ya que su aval a los bancos no les dice absolutamente nada.

Una vez se han pagado los 1200€, lo normal es que el banco rechace la operación y os quedáis en la estacada, sin ninguna posibilidad de recuperar vuestro dinero. Sin embargo, si pertenecéis al pequeño porcentaje de sociedades a la que les es concedido (los que realmente lo hubiesen conseguido también por su cuenta), ellos se quedarán una comisión inicial cercana al 4% de todo el crédito. Es decir, de un crédito de máximo 20.000€, ellos se llevarán una cantidad cercana a los 2.000€.

Hay varias entidades que realizan estos procedimientos, por lo que os aconsejo encarecidamente buscar información por Internet antes de proceder a enviarles más información. Además, aseguraos de que os eliminan de su base de datos para no recibir correos de publicidad cada semana.

Entidades bancarias

Las entidades bancarias actúan bajo unas líneas generales comunes, pero gran parte de su criterio corresponden a vuestro director de sucursal, por lo que lo mejor suele ser acudir a varias y ver donde os ofrecen mejores condiciones. Por supuesto, es muy recomendable aportar la información financiera de la sociedad y unos planes de futuro bien elaborados, pues será la única forma de entrar en sus líneas de inversión para emprendedores.

Hay que tener mucho cuidado, y dejar las cosas claras desde el principio. Con los bancos es necesario ponerse muy serio en ocasiones, y no ceder ante exigencias absurdas. Por ejemplo, en mi caso personal, he llegado a pedir un crédito de 12.000€ y ellos pedirme como aval mi domicilio particular. ¿Qué clase de locura es esa?

Como habéis podido comprobar, la financiación en España no es fácil ni sencilla, pero con un buen proyecto y una buena documentación detrás, hay varias opciones donde se pueden conseguir algunas inyecciones de capital. Eso sí, es un proceso que requerirá horas de trabajo y mucha paciencia.

En el próximo capítulo…

En el próximo capítulo os hablaré de la elección de uno o varios socios para la empresa, así como la relación que debéis tener con ellos y los acuerdos legales que podéis realizar antes de cerrar el trato.

La aventura de emprender. Capítulo III: Bancos, planificación, IVA y TPV

banco_empresa

Nota: Podéis encontrar el segundo capítulo aquí.

En el capítulo de hoy vamos a tratar algunos temas importantes, que muchas veces no se planifican y se deciden apresuradamente sobre la marcha, lo que es claramente un error ya que son decisiones que marcarán nuestro futuro y que costará tiempo y dinero rectificar.

Elección de un banco para la empresa

La elección de un banco es uno de los primeros pasos que tendréis que hacer en vuestra sociedad, y es que será necesario depositar una cantidad mínima para tramitarla en el notario. Lo primero que os recomiendo es que os deis un paseo por las sucursales de vuestro entorno, habléis con el director de la oficina y le preguntéis que ventajas y condiciones os ofrece su entidad. En la época 2.0 donde toda la información está al alcance de la mano parece algo trivial, pero son muchos los bancos cuyas condiciones cambian según el director de la sucursal, además de poder tantear si llegado el momento nos concederá crédito.

Otro punto importante son los servicios telemáticos que puedan ofrecernos, y es que si queremos ahorrar tiempo de espera en la entidad, gestionar la banca online será la mejor solución. De la misma forma, será importante que tipo de pasarela de pago nos ofrezcan (denominadas TPV) y bajo que condiciones.

Si bien en Internet reina PayPal, son muchos los usuarios que prefieren una pasarela bancaria tradicional porque no confían en PayPal, por lo que será importante disponer de una al menos. Si vais a utilizar sistemas web conocidos como PrestaShop, OScommerce o WHMCS, también revisad que hay módulos compatibles e integración con el TPV de vuestro banco o tendréis que programarlo (o contratar a alguien para que lo haga) desde cero. Por lo general, LaCaixa es el TPV favorito de los negocios online, pero como ya señalé antes, cada sucursal puede tener condiciones diferentes que nos hagan plantearnos la elección.

Planificar vuestra gestión monetaria

Aunque vuestra agencia gestora vaya a llevar todo el papeleo, es importante que vosotros tengáis un control sobre vuestro dinero y previsiones, pues es la única manera de ver como va el negocio y poder reorientarlo más fácilmente en caso de necesidad.

Os recomiendo que hagáis un documento de excel donde en la portada pongáis una vista global anual, con todos los meses y sus respectivos ingresos y gastos. Posteriormente, podéis hacer 12 hojas, una para cada mes, y dentro de cada una de ellas añadir facturas, cobros, etcétera. Gracias a las fórmulas podréis diseñar un plan que se adapte a vosotros, de forma que pongáis una cantidad y unos factores y ajuste automáticamente el resto de valores, teniendo en cuenta diferentes variables como el IVA o la comisión de cada una de las pasarelas de pago.

Cada negocio es un mundo, por lo que no se puede hacer una plantilla que convenga a todo el mundo, pero sí es importante que llevéis la contabilidad donde con un simple vistazo se pueda ver la evolución mensual del negocio y el margen de maniobra que hay. También podéis usar programas más profesionales como Factusol, pero requieren de más conocimientos y ya estaréis haciendo un trabajo parecido al de vuestra gestoría, y en muchas ocasiones, perdiendo más tiempo del necesario en ello.

Evitar el adelanto del IVA en las compras de la Unión Europea

El IVA es uno de los grandes dolores de cabeza de las sociedades, puesto que muchas veces hay que adelantar grandes sumas de dinero que pueden poner realmente en un aprieto las cuentas de la empresa. Por suerte, cuando hacemos compras dentro de la Unión Europea (pero fuera de nuestro país), podemos evitar el pago del IVA con el IVA intracomunitario.

Para ello tendréis que solicitar el alta en operadores intracomunitarios en Hacienda (podéis hacerlo presencial o mediante trámite telemático), y solicitar algunos países donde vayáis a realizar operaciones. Por lo general, Irlanda y Luxemburgo son imprescindibles.

Una vez hayáis solicitado el alta, dos inspectores de hacienda irán a realizar una visita a vuestro lugar de trabajo (ya sea vuestro domicilio o una oficina), y a realizaros unas sencillas cuestiones sobre vuestro negocio. Se trata de un mero trámite donde rara vez surge algún impedimento, y donde simplemente tendréis que presentar cierta documentación básica y alguna factura comunitaria que avale vuestra necesidad (por ejemplo, con hacer una compra en Amazon ya dispondréis de dicha factura).

Un detalle importante es que, si vuestra oficina es vuestro domicilio, tengáis en el buzón de correo puesto el nombre de la sociedad además de los particulares tradicionales, para que los inspectores puedan comprobar que realmente se está realizando allí dicha actividad.

Una vez os lo hayan concedido, estaréis dados de alta como operadores intracomunitarios, y podréis usar dicho número de IVA para tener el IVA al 0% en todas vuestras compras dentro de la Unión Europea en los comercios que así lo dispongan. No obstante, no se os olvide que estas facturas al 0% de IVA también han de ser presentadas ante hacienda, por lo que tendréis que enviarlas a vuestra gestoría como cualquier otra. Dichas facturas no alterarán vuestra declaración porque están «en paz» con la Agencia Tributaria, pero no presentarlas constituye una falta.

En el próximo capítulo…

En el próximo capítulo hablaré de las posibilidades de financiación de una sociedad en España, y os advertiré de ciertas agencias de líneas ICO con las que hay que tener un cuidado especial.

Podéis leer el cuarto capítulo desde aquí.

La aventura de emprender. Capítulo II: Creando una empresa

crear-empresa

Nota: Podéis encontrar el primer capítulo aquí. El objetivo de la entrada es informar de una forma amena de mi experiencia personal y ofrecer algunos consejos. Como no soy ningún experto en fiscalidad, os recomiendo que antes de tomar cualquier decisión la consultéis con un profesional en la materia.

En el primer capítulo hablamos de como podría ser un proceso creativo para llegar a una idea y un nombre que funcione, y nos quedamos a las puertas de emprender la parte legal de nuestra idea. Lo primero es aclarar es que en el momento en el que decidas formalizar legalmente tu proyecto ya no hay marcha atrás, y los euros empiezan a pasar de tu bolsillo a otros. Por ello, es aconsejable desarrollar la idea de forma «local» todo lo posible, y formalizarlo cuando realmente vayas a comenzar a facturar.

Por ejemplo, si se trata de un negocio de venta de algún servicio (en mi caso, hosting y servidores), el proceso de gestación no será demasiado largo. Sin embargo, si el proyecto es por ejemplo una aplicación móvil, entonces probablemente no tengas que realizar ningún trámite legal hasta que no esté terminada.

A estas alturas también sería recomendable que os hagáis con un certificado digital personal para poder realizar trámites oficiales a través de Internet. Una vez solicitado tendréis que ir a algún lugar físico a confirmarlo (buscad por Internet el caso para cada localidad), pero os ahorraréis muchas horas de trámites.

Patenta tu marca

Uno de los primeros pasos que tendréis que dar una vez tengáis el nombre elegido es patentarlo. Y aquí hay que tener cuidado especial en dos pasos. El primero de ellos es que muchas empresas o gestorías se dedican al registro de marcas, y te ofrecen vigilancia constante a la hora de registrarlo, un trámite fácil, todo desde casa… ¡ni se os ocurra! No es que tengan nada de malo ni os estén engañando, es simplemente que en España registrar una marca es bastante sencillo, y al alcance de cualquiera.

Para ello simplemente tendréis que acudir a su página web y rellenar un forumulario PDF con vuestra marca, el logo y algunos detalles personales. Tiene un coste de 143,14€ (precio de 2014) que se puede pagar en el mismo momento mediante pasarela segura, y ya está.

Ahora llega la segunda parte, y es que tu marca saldrá publicada en el BOE y tendréis que esperar unos siete u ocho meses hasta que se os conceda definitivamente, un periodo en el cual otros interesados podrían presentar alegaciones. Y aquí llega el segundo paso del que os hablaba, y es que os empezarán a llegar numerosas cartas postales (que pueden parecer oficiales, pero no lo son), informando de tasas adicionales para proteger la marca y otras historias. Mucho cuidado, ya que simplemente buscan sacar el dinero si alguien se piensa que es un requisito imprescindible. Podéis tranquilamente deshaceros de todas esas cartas y esperar la confirmación de vuestra marca mientras vuestra empresa arranca. En mi caso registré Systempix, y ocho meses más tarde recibí en mi domicilio un sobre con la confirmación del registro de la marca, cuya validez se extiende diez años.

Podéis usar vuestra marca recién registrada mientras os la conceden definitivamente, ya que se otorga lo que se llama «silencio administrativo», y es que mientras no te la rechacen , se da por válido su uso.

Un detalle importante es que la marca y la empresa no tienen que llamarse igual ni muchísimo menos. Podría dar la casualidad de que sí, pero lo más probable es que vuestra marca se llame «Megatrón», y en realidad vuestra empresa se llame «Hierros del Tío Paquito SL». El nombre de la marca que habitualmente se registra es vuestro nombre comercial, pero la empresa habitualmente tiene otro nombre mucho más feo y llamativo, ya que las exigencias son bastante diferentes. No os preocupe tener que poner a vuestra empresa un nombre feo y largo, porque suele ser así en la mayoría de casos, cosa que podéis comprobar buscando el nombre real de algunas marcas conocidas en Internet.

¿Autónomo o sociedad?

Una de las cuestiones más interesantes a la que ha de enfrentarse una nueva idea de negocio es la elección entre autónomo o sociedad. El trámite para ser autónomo es simplemente acudir a la Seguridad Social para cambiar el régimen y posteriormente ir a Hacienda para darse de alta en el IAE, y ya estaría listo.

¿Problema? Un autónomo responde siempre con su capital personal, un problema que aumenta aún en un matrimonio en régimen de gananciales. Cualquier deuda contraída, ya sea con un banco, un proveedor o un cliente, será satisfecha con el bolsillo personal del autónomo. Por lo tanto, no os recomiendo para nada un régimen de autónomos para empezar un negocio, y creo que solo es una opción si se va a trabajar para terceras personas.

Por el contrario, una empresa siempre responde con sus propios bienes, y en el caso de quebrar por deudas contraídas, nunca irán a por el bolsillo de los socios (salvo que se demuestre mala fe o intento de estafa). Así que, especialmente si no estáis seguros del éxito del negocio, no os recomiendo que pongáis nada personal (como un piso o un coche) a nombre de una sociedad, ya que mientras sea algo personal, estará a salvo.

A la hora de crear una sociedad en España hay múltiples posibilidades, pero las formas más simples, económicas y sencillas son la Sociedad Limitada (SL) o la Sociedad Limitada Nueva Empresa (SLNE). Podéis encontrar en Internet artículos donde os van a detallar mejor las diferencias entre ambas, pero en resumidas cuentas, el trámite para una SLNE es más económico, más rápido (y de forma telemática), y tiene algunas ventajas fiscales como el Impuesto sobre Sociedades aplazado durante dos años.

Hay dos cosas importantes que has de saber. La primera es que para crear una sociedad tendrás que hacer un depósito bancario de 3.000€, pero que posteriormente puedes utilizar para gastos del propio negocio, así que si te has planteado emprender un negocio, adelantar 3.000€ no debería suponerte un impedimento. Por otra parte, la sociedad se puede crear unipersonal (un solo socio), pero posteriormente si se desea ampliar a otro socio habrá que cambiar los estatutos y gastar unos cuantos cientos de euros en el notario. Mi consejo es que desde el inicio metáis a un socio adicional, aunque sea simbólico. Por ejemplo, podéis asignar el 1% del capital social a un familiar; no le conllevará ninguna carga fiscal y podrás sustituirlo por otro socio sin tantos gastos notariales.

¿Oficina o domicilio?

Al principio es muy probable que no necesitéis una oficina, y que prefiráis hacerlo todo desde casa para ahorraros un alquiler mensual. Podéis poner tranquilamente vuestra dirección personal, y si un día acude un Inspector de Hacienda a vuestro hogar, le enseñáis tranquilamente el cuarto donde trabajáis si lo solicitase. Sin embargo, si toda la casa estuviese dedicada al negocio, sería ilegal. Si tenéis dudas al respecto, consultar con un asesor. Lo normal, que es trabajar en una habitación de un domicilio propio o de otras personas, no supone ningún problema.

Otra opción es alquilar un despacho virtual, que es un servicio que dan muchas empresas, las cuales te asignan una dirección postal y un buzón. Podéis buscar en Internet algún servicio similar en vuestra localidad.

Una gestoría, imprescindible desde ya

Si no sois expertos en material, os recomiendo contar con una gestoría desde el principio, porque realmente os van a ahorrar numerosos gastos y trámites, que tarde o temprano, acabaréis pagando. En mi caso no conocía ninguna, así que mandé una decena de correos a diferentes gestorías de Madrid pidiendo tarifas, método de funcionamiento y explicando mi negocio.

Esto último puede no parecer importante, pero si ya tienen clientes con un negocio similar, te podrán aconsejar en bastantes cosas. Casi todas me llamaron por teléfono para informarme, y acudí a un par de citas de las que más me convencieron hasta que al final escogí una. Mi consejo también es que os busquéis una que admita hacer todo de forma digital, ya que la comodidad de poder subir todas las facturas por Internet y no tener que estar acudiendo regularmente os ahorrará perder muchas horas.

Una gestoría os costará entre 80€ y 120€ mensuales, dependiendo de algunos factores. Además de no tener que pegaros con todo el papeleo legal, que os llevará muchísimas horas, una entrega tardía supone una jugosa multa de Hacienda, así que al final, sale a cuenta.

Creando una SLNE

Crear una SLNE en España es aparentemente sencillo, se puede hacer el trámite digital y en aproximadamente 5 días laborables podéis tener todos los trámites terminados, incluyendo una visita alguna visita al notario. Tenéis que tener cuidado, porque en el momento en el que os dais de alta como SLNE, se os da de alta automáticamente como autónomos y en el Impuesto de Actividades, tanto a ti como a la sociedad.  Si queréis crear la sociedad por mero trámite pero aún no vais a empezar con la actividad legal (es decir, facturar), tendréis que ir tanto a Hacienda como a la Seguridad Social a daros de baja o tendréis que empezar a presentar resultados.

El notario es de libre elección y tiene unos costes fijos a la hora de crear una SLNE, así como tenéis derecho a un cambio de denominación gratuito (las SLNE se generan con un nombre muy feo, que es aconsejable que posteriormente modifiques). Tenéis que acudir al notario con las cifras bien aprendidas, porque muchas veces os intentarán cobrar un precio superior o cobraros por el cambio de denominación, en ocasiones por si cuela, y en otras por simple desconocimiento de las tarifas de una SLNE.

Trámites, trámites y más trámites

La burocracia en España es lenta, tediosa y muchas veces poco informatizada, pero también tengo que decir que se tiende a exagerar. Probablemente durante las dos primeras semanas os vais a pasar el día acudiendo de un lugar a otro, entre Seguridad Social, Hacienda, Registro Mercantil, etcétera.

Una vez la sociedad esté constituida, uno de los pasos más aconsejables es sacar también el certificado digital de la sociedad, porque al igual que el personal, os ahorrará numerosas visitas a los organismos oficiales.

¿Listos para empezar vuestro negocio?

En el próximo capítulo…

En el próximo capítulo os hablaré de los primeros pasos con los bancos (la elección de una sociedad bancaria adecuada para vuestra empresa así como las posibilidades de crédito), las formas de pago en Internet y como planificar desde el principio vuestra economía para no daros de bruces con las arcas vacías y el negocio en pérdidas.También hablaremos de como evitar pagar el IVA en las compras fuera de nuestro país.

Podéis leer el tercer capítulo desde aquí.

La aventura de emprender. Capítulo I: ¡Tengo una idea!

Teamwork of businesspeople

Introducción

Inicio aquí una serie de posts con la intención de contar mi experiencia personal a la hora de crear una empresa y emprender en España. No trato con estos escritos ni mucho menos de hacer una guía ni tan siquiera una referencia, ya que son muchos los pequeños detalles que se pueden pasar por alto, sino hacer unos textos entretenidos de leer donde podáis conocer de primera mano algunas anécdotas que surgen de la iniciativa empresarial en nuestro país. Si, además de eso, resulta útil en las andanzas de cualquier otro emprendedor, bienvenido sea. Vamos a ello.

La idea

Hay dos formas de crear un negocio. La primera, es con una idea rompedora y disruptiva, realmente algo novedoso y nunca visto hasta el momento. La segunda, y normalmente la más habitual, es que un profesional que es bueno en algún sector concreto, piensa que podría introducirse en él.

Tras tener una idea, lo primero que hay que hacer es estudiar de forma breve el mercado, y asegurarnos de dos factores muy importantes. El primero, que haya negocio y haya empresas exitosas; el segundo, que haya hueco para nuevas empresas, o que haya ejemplos recientes de otras empresas que se han abierto hueco en ese mercado. Ambos factores parecen complicados, pero si realmente nos paramos a pensar, casi todos los mercados están en constante movimiento.

Yo tuve una idea, y que como casi todas, se basaba en una experiencia personal. He estado durante años usando varios proveedores de almacenamiento en Internet, y ninguno de ellos me convencía casi por completo, sintiéndome engañado en algunas ocasiones. Por ello, decidí que iba a crear una empresa de hosting y servicios relacionados. Es lo que, hoy en día, conocéis por Systempix.

El nombre

El nombre puede parecer algo secundario y que se puede dejar para más tarde, pero si nuestra idea implica Internet, algo que salvo casos muy concretos va a suceder, necesitamos escoger cuanto antes un nombre para nuestro negocio.

Lo primero es acudir a los registros de patentes europeos y españoles para comprobar que dicho nombre no está registrado. Lo segundo, es comprobar que el nombre está libre para comprar su dominio (aconsejable tanto el .com como el .es), y en redes sociales (Twitter y Facebook principalmente). Si todo está libre, entonces estamos preparados. Si tuviésemos un nombre genial, pero resulta que uno de los dominios está cogido y vemos que no está muy relacionado o incluso no tiene uso, intentar comprarlo no sería mala idea. Sin embargo, basarnos por ejemplo en un .com teniendo el .es ocupado, o viceversa, nos puede dar muchísimos dolores de cabeza si en ese dominio quieren crear una burla, o aún peor, una copia donde estafen a nuestros usuarios. Es mejor cambiar el nombre de una idea que favorecer los problemas desde el principio.

También es fundamental que suene bien en los idiomas principales (español, inglés, francés y alemán, como poco), o al menos que no suene similar a nada malsonante en dichos países. Hoy en día puede que solo te dirijas al mercado local, pero igual mañana te sale mercado internacional, y es algo que en un mundo cada vez más globalizado no podemos descartar. Una vez lo hemos comprobado, hemos de introducírselo a algunos familiares y amigos de forma oculta. Por ejemplo, «pues han abierto en la esquina una librería nueva que se llama X», y necesitamos comprobar que su reacción al nombre es natural y sencilla. Obviamente, hemos de buscar a las personas adecuadas para dicha prueba. Si nuestro negocio está relacionado con un sector tecnológico, probablemente las personas de edad avanzada no sean los candidatos idóneos para evaluarlo. No obstante, podéis buscar en Google numerosos consejos acerca de como encontrar un nombre fonéticamente adecuado.

Dudas, ayudas, subvenciones…

Yo, personalmente, elaboré un plan empresarial desde el inicio hasta dos años después, y me empapé en Internet de información sobre los requisitos legales que en España tenía mi actividad, así como todos las necesidades y burocracias que debía cubrir. Y ahí cometí el primer error, pero eso, os lo contaré más adelante.

Con toda la documentación acerca de mi idea y mi proyecto, así como un plan de empresa y un plan de viabilidad, consulté en Internet donde podía obtener asesoría legal gratuita. En el caso de la Comunidad de Madrid, se puede pedir cita en la Cámara de Comercio en la Ventanilla Única Empresarial. Pedí mi cita y acudí unos días más tarde a las 9 de la mañana.

Me senté y le presenté toda la documentación, al mismo tiempo que le explicaba brevemente el proyecto. Expliqué mis necesidades acerca de que tipo de sociedad me recomendaba, ayudas disponibles, etcétera. Su única respuesta, es que yo tenía todo «muy preparado» y que no podía ayudarme más, porque sabía casi todo, y que la elección de la sociedad me la mirase en Internet, que era una decisión propia.

Yo ya sabía de antemano que no iba a poder acceder a ningún tipo de ayuda (por mucho que en el Metro se empeñen en anunciar que ayudan con 25.000 la creación de nuevas empresas), pero lo que no me esperaba es que hasta el consejo me fuese denegado. Estoy seguro de que en la Cámara de Comercio trabajan grandes profesionales, pero desde luego, no fue mi caso.

Lectura recomendada

Al final de cada capítulo voy a intentar ofreceros un punto de lectura interesante relacionado con lo hablado en la entrada. Hoy os voy a sugerir un libro escrito por Pau Garcia-Milà, llamado «Está todo por hacer«. Se trata de un libro, que a mi personalmente, me ayudó mucho a la hora de atreverme a crear una empresa. Para quienes no le conozcan, Pau era un chico de Barcelona que estudiaba informática, y que con una idea, creó la primera empresa de Cloud Computing del mundo (EyeOS), adelantándose así a los gigantes de la informática. Podéis leer más sobre él en su página web.

En el próximo capítulo…

En el segundo capítulo os hablaré del proceso de crear la sociedad y sus consecuencias, los trámites legales y notariales, y un importante detalle, la elección de una buena gestoría para llevar nuestros papeles contables y fiscales.

Podéis leer el segundo capítulo desde aquí.