Nota: Podéis encontrar el tercer capítulo aquí.
En el capítulo de hoy os voy a hablar de las posibilidades de financiación que tiene una sociedad en España. En Internet podéis encontrar información bastante ampliada al respecto, mientras que yo os voy a ofrecer un punto de vista más personal y avisaros de un pequeño gran timo.
Si tenéis entre manos un negocio que genera muchísimo dinero (y necesitáis más) o una idea que realmente puede ser rompedora, lo normal es acudir a fondos de inversión, que tras analizar vuestros proyectos decidirán su inversión posterior en ellos. Dichos fondos pueden invertir con el único objetivo de obtener un beneficio o pueden invertir al mismo tiempo que funcionan de asesores empresariales en vuestro proyecto. Aunque esta segunda opción pueda sonar algo peligrosa, normalmente suele salir bien, porque ellos al final quieren la máxima rentabilidad y van a apostar por lo que su experiencia les aconseja. Dichos métodos hacen perder independencia, pero normalmente el inversor no solo piensa en la idea, sino que también vosotros mismos debéis convencerle, por lo que confiará en vuestros criterios. Como os he aconsejado antes, podéis encontrar más información al respecto en la red.
Cada año hay decenas de concursos, tanto públicos como privados, que ofrecen financiación a pequeños proyectos. Además, normalmente, suelen incorporar un periodo en alguna incubadora donde prestan asesoría en múltiples temas. Nuevamente, necesitáis que vuestra idea sea realmente innovadora. Uno de los más conocidos es Wayra, financiado por Telefónica.
Las líneas ICO resultan la mejor posibilidad de financiación que tiene una empresa en España, pues no necesitan de una idea rompedora ni de un enorme poder de convicción, basta con presentar un proyecto viable y resultar convincentes ante vuestra entidad bancaria, que se encargan de asignar estas líneas en nombre del estado. Las condiciones actuales son complicadas, y no es nada fácil conseguir una inyección de capital, pero hay posibilidades.
Y aquí es donde debemos hablar del peligro, de las estafas que algunas empresas realizan con las líneas ICO. Por desgracia no puedo nombrarlas, pues rastrean Internet buscando su nombre e interponen denuncias contra todo aquel que diga algo negativo sobre ellas, pero si alguna sociedad os ofrece una línea ico (y sucede lo que os voy a contar a continuación), os invito a buscar su nombre en Google y leer algunos comentarios.
Normalmente se ponen en contacto mediante correo electrónico o teléfono, presentándose como una entidad que concede muchos préstamos y ofreciéndose a un breve estudio sin compromiso con algunos datos. He probado personalmente a crear un dominio, inventándome por completo la empresa, la actividad y los datos, y el resultado de dicho estudio fue positivo, así que queda todo dicho.
Una vez se ha completado el primer paso, os piden un informe de estar al día con los pagos a la seguridad social y hacienda, algo que en los primeros meses de la sociedad será lo más normal, además de algunos datos sobre la actividad de la empresa y los resultados de los primeros meses. Si se está al corriente de pagos, el resultado es siempre positivo.
El siguiente paso es donde llega la estafa. Informan de que necesitan hacer un informe avalado para entregar a una entidad bancaria, cuyo coste es de 1200€ aproximadamente para créditos de hasta 20.000€. Os garantizan que esto solo se paga una vez el informe de viabilidad ha dado positivo, pero se olvidan de comentar que dicho informe es el suyo, y no el de las entidades bancarias. De dicha forma, cobran 1200€ por algo que ellos tardan unas horas en hacer, para posteriormente enviárselo al banco. Sí, el mismo informe que vosotros mismos podríais realizar con trabajo y esfuerzo, ya que su aval a los bancos no les dice absolutamente nada.
Una vez se han pagado los 1200€, lo normal es que el banco rechace la operación y os quedáis en la estacada, sin ninguna posibilidad de recuperar vuestro dinero. Sin embargo, si pertenecéis al pequeño porcentaje de sociedades a la que les es concedido (los que realmente lo hubiesen conseguido también por su cuenta), ellos se quedarán una comisión inicial cercana al 4% de todo el crédito. Es decir, de un crédito de máximo 20.000€, ellos se llevarán una cantidad cercana a los 2.000€.
Hay varias entidades que realizan estos procedimientos, por lo que os aconsejo encarecidamente buscar información por Internet antes de proceder a enviarles más información. Además, aseguraos de que os eliminan de su base de datos para no recibir correos de publicidad cada semana.
Las entidades bancarias actúan bajo unas líneas generales comunes, pero gran parte de su criterio corresponden a vuestro director de sucursal, por lo que lo mejor suele ser acudir a varias y ver donde os ofrecen mejores condiciones. Por supuesto, es muy recomendable aportar la información financiera de la sociedad y unos planes de futuro bien elaborados, pues será la única forma de entrar en sus líneas de inversión para emprendedores.
Hay que tener mucho cuidado, y dejar las cosas claras desde el principio. Con los bancos es necesario ponerse muy serio en ocasiones, y no ceder ante exigencias absurdas. Por ejemplo, en mi caso personal, he llegado a pedir un crédito de 12.000€ y ellos pedirme como aval mi domicilio particular. ¿Qué clase de locura es esa?
Como habéis podido comprobar, la financiación en España no es fácil ni sencilla, pero con un buen proyecto y una buena documentación detrás, hay varias opciones donde se pueden conseguir algunas inyecciones de capital. Eso sí, es un proceso que requerirá horas de trabajo y mucha paciencia.
En el próximo capítulo os hablaré de la elección de uno o varios socios para la empresa, así como la relación que debéis tener con ellos y los acuerdos legales que podéis realizar antes de cerrar el trato.